Había una vez,
un hombre muy rico, pero también
muy avaro. Un día acudió a la feria, donde le ofrecieron un jamón muy
barato. ¡Se lo compró! Después de todo hizo un buen negocio, porque con ese
dinero ni papas hubiera comprado. Y se dio el gran atracón de jamón, manjar que
nunca había probado y resultó que estaba
podrido.
Y al día
siguiente, aquejado de fuertes dolores, tuvo que llamar al médico.
-¿Qué has
comido? le preguntó el médico. El avaro, entre suspiros, mencionó, su compra
barata.
-¡No creas que has hecho negocio.- se burló el médico. Entre la factura
de la farmacia y la mía te va a salir más caro, que haber comprado el jamón
podrido.
THIAGO Y JEREMIAS
GRUPO “A” - 4° “B”
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