Hay un
cuento que habla sobre un barrio con muchísimos edificios, balcones y ninguna
flor. Allí vivían dos vecinos que se llevaban muy bien.
Un día
creció una hermosa flor. Pero creció justo, justito en medio de las dos casas.
Entonces
empezaron los problemas. Uno decía que la planta había crecido en el límite
pero inclinada hacia su casa: por lo tanto, la flor era suya. El otro decía
exactamente lo contrario. Para él, la flor se inclinaba hacia su casa y por eso
le pertenecía. Al principio sólo discutía de vez en cuando.
Pero como
ninguno daba el brazo a torcer, se insultaron y hasta llegaron a pegarse. Uno
tiraba basura al jardín del vecino. Y el otro devolvía la agresión con
pedradas.
Tanto se
pelearon, que no sólo quedaron lastimados y con las casas en ruinas, sino que
sin darse cuenta, aplastaron a la flor y la mataron.
Al final
los dos vecinos se quedaron sin amistad y sin flor.
MORALEJA:
Muchas veces discutimos o nos peleamos
con otras personas. Tal vez porque pensamos de diferentes maneras. Tal vez porque sentimos que nos
trató mal, o porque nos dijo algo que no nos gustó. No está mal discutir ni
pensar distinto. Pero las peleas son el peor modo de resolver los conflictos.
Ximena, Rocío
y Jeremías - Grupo ''B''
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